Las escapadas de Héctor Urrego (28.04.09)

{mosimage} Presente y futuro asegurados

La semana anterior nos permitió descubrir  la nueva generación ciclística colombiana con la cual este deporte  debe mantener vigente el prestigio alcanzado tanto en el país como en el resto del mundo. La otrora Vuelta de la Juventud dejó esta vez conocer nuevos escenarios, antes inalcanzables y por lo tanto necesitados de espectáculos como el de una caravana de esta índole, sinónimo de paz, confraternidad, alegría, recreación y buenos ejemplos  para presentarlos a la niñez y la juventud de esos lugares.

En el campo puramente deportivo la prueba sirvió para saber que el ciclismo colombiano sigue edificándose sobre la montaña, que fue el elemento decisivo para los mas de 120 jóvenes colombianos que se inscribieron y los 25 extranjeros que nos visitaron de Canadá, Venezuela y Ecuador. Se trato de un recorrido exigente en lo topográfico y en lo climático, con distancias respetables donde solamente tenían cabida ciclistas de alto nivel.

En su andadura, la Vuelta juvenil de este 2009 nos permitió apreciar el progreso definitivo de nuestro ciclismo en esta categoría con marcas y equipos prácticamente prestados de la elite en su patrocinio, preparación, se elección, apañamiento, dirección, estrategia, etc, etc y por lo tanto, vimos en acción ciclistas que están listos para suceder a quienes como ellos, han tenido aquí el escenario ideal para  proyectarse hacia el estrellato nacional  o internacional en la ruda profesión que escogieron para ganarse la vida: el ciclismo.

El antioqueño Carlos Betancur, campeón final de la prueba es el genuino representante de  la nueva sangre con la cual el ciclismo colombiano va a nutrirse en el presente y futuro inmediatos. Se ha impuesto sobre grandes talentos provenientes de diversas regiones de la patria, lo que demuestra la  necesidad y casi  la obligación de necesidad de masificar, detectar y apoyar al ciclista o al deportista  en todos los rincones del país.

Antioquia, Tolima, Boyacá, Cundinamarca, Caldas, etc, etc, son el mejor ejemplo de la manera como nuestro país produce por generación espontánea talentos naturales para la practica del deporte. Solo que  pocos departamentos como Antioquia y Boyacá siguen al pie de la letra un proceso que evita el despilfarro de esos talentos y especialmente  los paisas tienen hoy otro  motivo de legitimo “Orgullo Paisa” que es el nombre del programa iniciado desde hace 15 años y apoyado irrestrictamente para evitar que el talento, los sueños y las satisfacciones se vean truncadas entre la niñez y la juventud, que es lo mas peligroso que le puede suceder a una sociedad.
 
Al término de esta prueba el sábado anterior en Neiva, al país le quedan los nombres de por lo menos 30 jóvenes llenos de talento, clase y habilidad para todos los terrenos dificultades del ciclismo nacional o mundial. Este es el arsenal con el que habremos de librar las futuras batallas ciclisticas en las carreteras locales o internacionales.

Además de Betancur, quedan  Mahecha, Rincón, Quintana, Castiblanco y Villlegas,  todos listos para seguir la huella de quienes aquí han encontrado la rampa de lanzamiento para  viajar al estrellato del ciclismo  mundial, como es el caso de Mauricio Soler, uno de los mas recientes ganadores de esta carrera.
 
Celebremos finalmente, la presencia extranjera en la prueba y el protagonismo de los venezolanos dirigidos por el técnico colombiano Roberto Sánchez, conocedor de lo que hay aquí y de lo que tiene allá. Nos han demostrado que los vecinos se preparan para el futuro, mientras los canadienses aguardaran otra oportunidad para venir en mejor condición y los ecuatorianos harán lo mismo.
 
No cabe duda, el ciclismo colombiano ha encontrado aquí como desde hace 42 años, los nombres que le aseguran su presente y su futuro, gracias al entusiasmo y el interés que sigue despertando en  todo el país  la practica ciclística y a la atracción que ejerce sobre todos, hombres y mujeres, especialmente en los primeros anos, el mas bello juguete del mundo: La Bicicleta.