Las Escapadas de Héctor Urrego (27.07.08)

{mosimage}Un sastre vestido de campeón

Por: Héctor Urrego C.

No son frecuentes las historias en el deporte del ciclismo que nos ponen a frente de auténticos ejemplos de superación cuyos héroes se convierten con el paso de los tiempos y al precio de una dosis casi increíble de sacrificios y esfuerzos , en realizadores de los propios sueños, luego de haber laborado para ver realizados los de otros.

Por fortuna, el caso de Carlos Sastre, flamante vencedor del Tour de Francia 2008, nos sirve como el mejor ejemplo de cuanto tiempo, esfuerzo, continuidad  y determinación son necesarios para coronar el gran sueño de ganar esta o una de las grandes carreras del mundo o del país al que pertenezca el soñador de turno.

Oriundo de  Leganes, cerca de Madrid, habitante de El Barraco,  igualmente en las goteras de la capital española, amigo del desaparecido " El Chava " Jiménez a quien dedica su victoria, integrante de la escuela de ciclismo que fundo su propio padre, con 8 participaciones a cuestas en el Tour, profesional desde hace 10 años de los 33 con que cuenta, gregario de campeones de la talla de Laurent Jalabaert,J oseba Beloki, integrante de equipos como el ONCE de Manolo Saiz y el CSC de Bjarne Riis, ocupante del Top 10 en los últimos 5 Tours en que ha participado, Sastre fue dando cada año la puntada que le llevaría finalmente a confeccionar el vestido de Campeón para asistir a la gran gala del ciclismo mundial que se hace cada 365 días en Francia.

Su perfil deportivo lo muestra como un formidable escalador y un hombre de enorme regularidad en el resto de terrenos, así como dueño de una ilimitada resistencia y fondo, armas indispensables para ganar este tipo de careras y que se adquieren con el paso de muchos calendarios de entrenamiento y competencia. Hoy es posible decir que edificó su victoria 2008 en el mítico Alpe d' Huez con una  soberbia exhibición pero igualmente- y contra casi todos los pronósticos – lo ratifico en la impresionante contra reloj final gracias a una enorme condición física en el final del Tour para resistir la especialidad donde el australiano Cadel Evans parecía ser terriblemente superior al español, lo que  mantiene a la península en el trono del ciclismo mundial después de  Perico Delgado, Miguel Indurain, Oscar  Pereiro, Alberto Contador y ahora….Carlos Sastre.

Personalmente, se trata de un hombre sobrio, tímido, incapaz de cobrar algo para si solo sin antes tener en cuenta a sus empañaros de equipo. La seriedad, su convicción de ser un corredor honesto, solidario como el que mas por su condición de antiguo obrero al servicio de los demás pero capaz de responder como capitán único de su escuadra, son los valores que adornan a este ejemplo de superación que nos deja el Tour, que además deja la lectura inconfundible de cuanto están equivocados quienes piensan que el triunfo en una carrera como el Tour, aparece de la noche a la mañana, sin el lleno de los requisitos necesarios para aspirar a campeón, sin tener en cuenta todos los elementos que  rodean un deporte tan aleatorio como el ciclismo, donde cuentan tanto  la salud, la suerte, el error, la caída, la resistencia y  experiencia producto del aprendizaje, etc, etc

Lo anterior, para invitar a Mauricio Soler, la gran estrella y esperanza del ciclismo colombiano a no desmayar y a seguir en la lucha diaria con la certeza de que un día llegara su oportunidad como ha sucedido con  Carlos Sastre y para felicitar a Leonardo Duque , por su excepcional carrera basada en los escalofriantes enfrentamientos en las llegadas masivas, donde estuvo siempre omnipresente, ocupando y buscando a todo riesgo los lugares de privilegio que por fortuna siempre obtuvo. También a Duque y al ciclismo colombiano por su intermedio, les aguarda la puntada final para coronar una triunfo en  la única especialidad del ciclismo en la que nos falta ganar.

Termina así la máxima carrera  del mundo. El Tour y el ciclismo siguen su marcha a pesar de los acontecimientos que los  rodearon. La esencia del ciclismo sigue siendo el hombre que impulsa por medio pedales una maquina y frente a ello no hay dificultad o trampa que valga. Hasta el 2009.