Las Escapadas de Héctor Urrego (21.07.08)

{mosimage}Belda en Colombia

Por: Héctor Urrego C.   

No es muy usual en el ciclismo colombiano, como sucede en otros deportes, o en otros países, encontrarse con la contratación de técnicos extranjeros para un deporte que se supone, no los requiere porque al fin y al cabo su historia dice que han sido los entrenadores criollos quienes han forjado lo que es y ha sido el ciclismo en nuestro país.

Sin embargo, y en honor a la verdad, es necesario decir que aunque es cierto en la mayoría de esa historia, también lo es que también históricamente siempre hemos tenido o necesitado quien nos “ de una manito “, gracias a lo cual se aprendieron muchas cosas y otras tantas se alcanzaron, comenzando por los anos 50 y hasta los 60, los nombres de Julio Arrastia ( q.e.p.d ), Roberto Guerrero, Miguel Garcia( Argentinos )forjaron muchos de nuestros corredores dirigiendo equipos regionales o de marca.

Más tarde entraron en escena José Beyaert ( Q.E.P.D) de Francia y Claudio Costa quien consagró al ciclismo colombiano en el mundo con  dos títulos orbitales con “Cochise” Rodríguez  y uno con Leandro Coco además de enseñarnos el camino al Tour del Avenir y al Piccolo Giro, con los cuales nuestros  ciclistas y técnicos se modernizaron, viajaron por el mundo y alcanzaron el nivel que llevó  a los primeros a convertirse en estrellas mundiales de la pista y la ruta y a los segundos a darse cuenta de que podíamos pelear en la elite del ciclismo internacional.

Luis Ocaña y Rafael Geminiani (español y francés) fungieron como  técnicos de nuestro equipo pionero en los comienzos de nuestra incursión en el Tour de Francia hace 25 años y luego el italiano Gianni Savio fue nuestro seleccionador para Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos solo hasta hace un par de años.

Mientras tanto la escuela colombiana de entrenadores o seleccionadores se ha enriquecido con nombres de exciclistas inicialmente y ahora con hombres formados en la academia: José A. López, Rafael Niño, Gabriel J. Vélez, William Palacio, Luis. F. Otalvaro, William Palacio, Pedro Valdivieso, Carlos Pérez, entre los primeros y José Castro, Luis Saldarriaga, Jairo Monroy, entre los egresados de la U.

Así las cosas, no es nuevo ni extraño ver a Vicente Belda como DT del equipo Lotería de Boyacá. Se trata de un destacado exciclista español, convertido en un renombrado entrenador en su país. Corrió en Colombia y bajo su dirección en España pasaron muchos corredores de nuestro país, o sea que los conoce y lo conocen, sabe de nuestro ambiente, ha sido testigo de la evolución de nuestros pedalistas y en parte ha contribuido a ello, conoce las virtudes y defectos que les empañan.

Es hombre de fuerte temperamento y convicciones. La apuesta del Gobernador de Boyacá, Dr. Rozo Millán, el Gerente de la Lotería, Dr. Rafael Rosas y de su director de Deportes Fernando Florez, es por el mejoramiento del ciclismo en el departamento a través de su equipo insignia y de reflejo por alguna “ manito “ al ciclismo nacional y por ello hay que  saludar la llegada de Belda con beneficio de inventario y desear que los objetivos suyos, de su nuevo equipo y de sus contratantes se cumplan de la mejor manera.

Queda claro que Belda no trajo la varita mágica para tocar ciclistas y volverlos campeones .Dependerá, como todos los técnicos, del rendimiento, disciplina, temperamento y clase de sus dirigidos, de lo cual tiene bastante en el equipo Lotería de Boyacá. El compromiso es ahora superior, frente a los resultados del equipo de fútbol que representa al departamento y que resulto campeón colombiano en un hecho sin antecedentes para un departamento donde el ciclismo es una religión y considerando potencia nacional y  mundial.

El y nosotros sabemos que el camino no es propiamente de rosas, sino de rosas y espinas que no faltaron nunca a quienes lo antecedieron en su condición de técnico extranjero y seguramente tampoco faltaran en su caso pero es hombre acostumbrado – como todos los ciclistas- a luchar contra  los obstáculos en la carretera y fuera de ella por lo que seguramente, como sucedió en su carrera ciclística, lo deberíamos ver con  los brazos arriba en señal de triunfo muchas veces. Así sea.